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Al Cisneros y Matt Pike llevaban ya un tiempo haciendo señales de humo desde los escenarios, pero la aparición de "The Sciences" ahora hace un año fue un inesperado aldabonazo en la oreja. No solo porque el disco no se hallaba en el radar de nadie, sino porque cambiaba la percepción que teníamos de Sleep. De pronto, ya no eran solo (pongan aquí todas las comillas que deseen) un nombre histórico a reverenciar headbangeando, sino que se alzaban como una fuerza creativa en tiempo presente, dispuesta a sumar algunos puntos y aparte a su ya lustroso currículum. Es simple: hoy, las corrientes del stoner rock pasan obligatoriamente por Sleep.
En realidad, ha sido así desde que, allá en el albor de los noventa, la banda colocó un autorretrato de Dalí derritiéndose en la cubierta de su primer tratado de narcosis eléctrica. Luego, se dijo que Ozzy Osbourne los consideraba el grupo más próximo a la esencia original de Black Sabbath. Pero la admiración no fue suficiente para encauzar los cimientos de una banda que se dio de bruces con la incomprensión ante sus ambiciones de hacer canciones cada vez más extensas, espirales opiáceas en las que quedarse a vivir entre calambres. Un proyecto culminado en "Dopesmoker", el canuto doom metal más colosal jamás liado: un álbum de un solo tema que rebasaba la hora de minutaje, rechazado por su discográfica y no editado en su forma original hasta mucho tiempo después.
Sleep tuvieron que disolverse y emprender andaduras por separado –Cisneros ralentizando aún más la marcha en Om; Pike abrasando con High on Fire– para ser saludados como estandartes en su género. Cuando la bestia ha vuelto a desperezarse, en una nueva encarnación que ha incorporado a sus filas a Jason Roeder, el hombre que maneja las baquetas en Neurosis, ya estábamos preparados para saludarla como se merece. También Jack White, que les ha abierto su casa en Third Man Records para editar su álbum de retorno, y grabar "Live at Third Man Records", un directo sin toque de queda, editado en cuádruple vinilo. La cal viva contenida en esos surcos da una idea del poder que el trío desplegará en la sala Apolo el viernes 18 de octubre, en la que será su primera visita a la ciudad desde su memorable paso por Primavera Sound 2017.
19:00 Apertura de puertas
19:45 Lucy in Blue
21:00 Sleep
Los menores de 16 años deberán ir acompañados de su padre, madre o tutor legal. O bien, venir acompañados por un adulto mayor de 18 años y presentar firmado por sus padres el siguiente formulario de consentimiento.
Sala Apolo & primaverasound.com
Piensa en el músico que te parezca imposible que algún día venga a tocar a Barcelona. O en ese artista de culto que no encaja en ningún ciclo de programación. O en ese show especial de un artista grande en formato pequeño. Bien, pues todo esto es Caprichos de Apolo.
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