Como ya se sugiere desde el propio anagrama de su nombre, Astin es igual que Nitsa pero… totalmente distinto. Es un contrapeso, su cara B, su reverso y su alternativa.

A veces, el trazo principal de lo que suena en La (2) de Apolo puede parecerse al de las músicas que conviven en la sala principal: electrónica de baile (llámale house, disco o techno…. pero llámale) que llega a la pista con firma.

En concreto, la de Tim Sweeny, The Magician, Krystal Klear, Dj Bone, Andrew Weatherall, Marvin & Guy, Dj Seinfeld, Jayda G, Honey Dijon, Lindstrøm, Helena Hauff, Kim Ann Foxman, Trevor Jackson, Red Axes o Maurice Fulton, todos ellos ilustres invitados a la cabina de Astin.

Otras veces, la norma deja paso a la excepción. Entonces es cuando acoge las fiestas Libido, creadas por Pau Roca y Gon hace más de diez años; cuando se desata el hedonismo en las noches queer de Somoslas; o cuando colectivos de Barcelona como Draft, Palm Grease o La Cúpula encuentran el escaparate ideal para promover su visión de la electrónica.

Siempre pasa algo en Astin. Por eso cada noche es igual pero… totalmente distinta.

Aunque sigue estando en plena vanguardia, Nitsa Club no es un club reciente y ha sido una pieza vital para la cultura del clubbing. Para conocer sus orígenes tendríamos que retroceder unas décadas y ubicarnos a mediados de los 90 en una pequeña sala donde se creó Nitsa, uno de los primeros clubs de electrónica en Barcelona.

El club se fue ganando mucha fama, entre otros factores por la figura de Aleix Vergés, Dj residente de la sala por aquel entonces, también conocido como Dj Sideral.

El encanto del lugar le daban un aspecto auténtico y algo decadente: techos bajos, paredes negras con humo y una fantástica pista giratoria.

Fue en Septiembre de 1996 cuando Nitsa se traslada a Apolo, donde llevan más de 20 años creando sesiones magistrales viernes y sábados.