Hiatus Kaiyote

Vuelve la formación que imaginó como sonaría el soul del futuro. Cada época tiene una banda que reúne todas las propiedades esenciales para convertirse en un movimiento musical: Hiatus Kaiyote son ese fenómeno. Estos australianos, nominados a los premios Grammy gracias a su canción “Nakamarra”, se han trabajado su propio camino lleno de sonidos en cuyo núcleo se percibe la vasta geografía de su país de origen. Lo corroboran artistas de la talla de Questlove, Erykah Badu, Pharrell y Prince, que han sido fieles seguidores del proyecto.

Este cuarteto cuentan que fue el destino lo que les unió en su ciudad nata, Melbourne, gracias a una cadena de casualidades. Su frontwoman y principal compositora, Nai Palm, es la energía gravitatória que hiló el concepto de Hiatus Kaiyote y los condujo hacía un soul futurista. Fue durante un concierto en una íntima sala de Melbourne, acompañada de su guitarra de rosadas cuerdas de nylon, que cautivó al bajista Paul Bender. Doce meses más tarde, comenzaron a colaborar en formato dúo, con piezas de carácter marcadamente intuitivo que luego distinguirían a su banda de todas las demás. Una vez formado el esqueleto, Paul Bender contactó a Perrin Moss -que se encargó de la batería y las percusiones- y al teclista Simon Mayin, consiguiendo que la fórmula orgánica y eléctrica de Hiatus Kaiyote se materializara. Ya en la primera jam session se dieron cuenta de que existía una conexión telepática entre todos los miembros de la banda. Cuando publicaron “Tawk Tomahawk” (Equinox Recordings, 2013) an su perfil de la plataforma Bandcamp, la respuesta sobrepasó todas las espectativas.