Me cago en Eurovisión party #EuroCaca2019

Ante la dictadura de la normalidad nos hemos hartado de decir aquello de “normal es un programa de mi lavadora”, pero en las lavadoras modernas ya ni eso es verdad. Algodón, sintéticos, delicados… Eso de normal ya no consta en ningún lado. Será que hasta nuestras lavadoras saben que hay cosas que no se pueden normalizar. Una de ellas es el genocidio que perpetra Israel sobre el pueblo palestino.

Este año Eurovisión, y sus fans, maricas y bolleras, aterrizarán en Tel Aviv porque el año pasado ganó Netta con un temazo, sí, sobre el bullying, sí. Pero aquella misma semana lo celebró junto a Benjamin Netanyahu mientras su ejército mataba a 52 palestinos y palestinas. El año pasado, mientras el Altice Arena abucheaba a Rusia en el momento de los votos como forma de protesta por las políticas LGTBIfóbicas de Putin, minutos después Europa entera aplaudía a un Estado opresor. Ganó la hipocresia.

Tirar del feminismo y de la simpatía hacia el colectivo LGTBI es el mejor disfraz que podía usar Israel para ocultar a ojos del gran público las atrocidades que está cometiendo contra el pueblo palestino. Pero nosotras decimos no. No vamos a colaborar en ese lavado de cara, por más que se pinten de rosa.

Somos fans de Eurovisión, nos encanta, es nuestra noche, plantadas delante de la tele, pero, hermanas petardas, este año no va a poder ser. Los colectivos y asociaciones palestinas nos han pedido que hagamos boicot.

Pero no nos vamos a perder Eurovisión. No veremos la edición de este año ni le daremos bola alguna a menos que sea para apoyar el boicot. Vamos a hacer nuestra fiesta de Eurovisión, cagándonos en ella, porque la alegría no nos la van a arrebatar. Porque somos petardas, sí, pero lo petardo no nos quita lo político.

Si Franco tenía el culo blanco porque, dicen, su mujer lo lavaba con Ariel, nosotras no vamos a ser de esas. Que no nos usen para su lavado rosa, porque hay cosas que no se pueden lavar. We’re not your toy, Israel.

#BoycottEurovision2019